La Tradición de una Familia
El origen de la taberna San Cristóbal se remonta al año 1942, cuando el matrimonio conformado por José Salcedo Martín y Rafaela Cabello Molina adquirió la antigua “Taberna Salcedo”. La inauguración de dicho espacio, situado en la planta baja de un inmueble de la calle Mariano de Cávia, inició una tradición hostelera de carácter familiar, fundamentos sencillos e identidad popular cuyos principios se mantienen aún vigentes.
Posteriormente, la empresa familiar se asentó en el local número 4 de la calle Rodolfo Gil a partir del 11 de Febrero de 1967, cuando el establecimiento fue nombrado como “Taberna San Cristobal”. Emplazamiento y denominación preservados hasta nuestros días gracias a la transmisión intergeneracional del legado fundacional, en debida conjunción con los avances sociales y gastronómicos. Precisamente, tras la finalización de sus respectivos periodos formativos, José y Rafael Salcedo Cabello, componentes de la segunda generación familiar, se incorporaron a la actividad del establecimiento presente. A partir de entonces, cuando ambos hermanos comenzaron a protagonizar el devenir diario de la taberna, San Cristóbal evolucionó hasta alcanzar su condición vigente. Igualmente, cabe destacar que el negocio familiar prosigue gracias al trabajo de una tercera generación, que cuenta con la participación de un equipo reconocido por su profesionalidad y asentado en la empresa. Un espacio donde el sabor, la cercanía, la tertulia, la espontaneidad y la esencia idiosincrásica sustentan el acontecer diario.
En la actualidad, la Taberna San Cristóbal ofrece una experiencia gastronómica rica y variada, en la que se emplean productos de máxima calidad que se elaboran con esmero y dedicación. De este modo, se presentan platos tradicionales cordobeses confeccionados desde la fundación de la taberna, tales como huevos con salmorejo, medallones, japuta y callos; en paralelo a otros incorporados posteriormente con un sello propio inconfundible, como se aprecia paradigmáticamente en el revuelto de la casa, las berenjenas fritas, el rabo de toro, el bacalao con tomate o la araña frita. Un conjunto de platos que comparten elenco gastronómico con una gran variedad de especialidades, conservas, guisos y productos de temporada que componen una oferta plural y distintiva. Asimismo, la taberna cuenta con una extensa y cuidada carta vinos, procedentes de las distintas denominaciones de origen existentes en el país, incluidos aquellos propios de la tierra cordobesa.
El buen hacer de los fogones y la calidad de los caldos ofrecidos hacen de la Taberna San Cristóbal un lugar de encuentro de una distinguida clientela contertuliana de ambientes taurinos, cofrades, culturales, históricos, artísticos, políticos, sociales, gastronómicos y familiares.